Se trata de un bizcocho muy suave, de tacto y gusto etéreo, con forma de tapón de corcho. Están recubiertos de azúcar glas.
Pueden comerse solos, como merienda o de postre. Como postre, en los restaurantes de la zona, se suelen presentar emplatados de uno en uno, acompañados de una salsa hecha con ron, café y crema de leche, junto con una bola de helado de vainilla o turrón y ralladuras de chocolate. Están deliciosos.
La Mallorquina lo presenta en cajas de cartón de diferentes tamaños y no se conservan más de una semana, por lo que ha de considerarse un producto fresco elaborado con ingredientes naturales y de calidad.
Ingredientes: huevos, harina, azúcar, agua.
Su forma característica se consigue con moldes cilíndricos.
Calidad: máxima
Sabor: exquisito
Presentación: correcta
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